King’s Bounty

Título : King’s Bounty
Año : 1990
Desarrolladora : New World Computing
Plataforma : Commdoore 64, Amiga 500, PC, Apple II, Mega Drive, FM Towns, PC-98
Género : Estrategia por turnos

Pocos aficionados a los videojuegos de estrategia existen que no conozcan la míticas saga Heroes of Might and Magic, pero lo que si quizás solo sabrán los fans más acérrimos, es que existe un título que podría ser considerado la entrega número “cero” de la franquicia.

Cinco años antes de la aparición del primer juego de la saga, existió King’s Bounty, ideado por el mismo creador, Jon Van Caneghem. De hecho, el mismo Van Caneghem reconoció a posteriori, que este juego se podría considerar dentro del canon de Heroes of Might and Magic, incluyéndose incluso en algunos recopilatorios.

Es más, si estudiamos a fondo King’s Bounty, nos daremos cuenta de que en este título primigenio, ya tenemos los mimbres que formaran la futura franquicia de New World Computing.

Para empezar, al empezar hemos de escoger entre cuatro héroes diferentes, bárbaro, caballero, Paladín y Hechicera. Cada uno con sus propias estadísticas, habilidades e incluso, con un tipo distinto de tropas a reclutar. La diferencia no es tan abismal como en Heroes of Might and Magic, donde escoger una facción supone una jugabilidad totalmente diferente, pero hay sus diferencias.

Los cuatros héroes a escoger

¿Y cuál es la misión de nuestro héroe? Muy sencillo. El rey Maximus, en su senectud, nos pide que encontremos Cetro del Orden, robado por la fuerzas del caos. El monarca nota que su muerte está cerca y antes de fallecer, desea que el centro vuelva a sus manos. Más que una excusa argumental, el hecho de que el soberano este cerca de la muerte, añade una capa a la jugabilidad.  Si no conseguimos el cetro antes de su muerte, se acabara la partida. Según la dificultad escogida, tendremos más o menos días.

Esto hace que tengamos un objetivo, mas allá de vagabundear por los cuatro continentes que forman el juego, a nuestro antojo, pues King’s Bounty, nos ofrece absoluta libertad desde el minuto uno. Sera parte de la aventura descubrir dónde está el cetro, cuya ubicación es aleatoria en cada partida. Es más, no es ni siquiera necesario encontrar todos los trozos de mapa, si deducimos donde está el cetro. Una tarea muy difícil.

Además, las fuerzas del caos no se quedaran de brazos cruzados, esperando a que desenterremos el tesoro. Conforme vayan pasando los días, se irán haciendo más fuertes, además de que irán deambulando por el mapa, siendo aconsejable ir eliminando a los villanos poco a poco. Para facilitarnos la tarea, el rey nos asignara la misión de derrotar  un héroe de las fuerzas del caos, cada semana, ofreciendo una recompensa y diciendo donde se está. Al matarlo, podremos cobrar la recompensa, subiremos de nivel y conseguiremos un trozo del ansiado mapa.

Mas, al tener absoluta libertad, nada impide que vayamos de cabeza a por las fuerzas del caos, a nuestro gusto. No obstante, conviene hacerlo con cabeza. Asaltar una fortaleza enemiga cuando tenemos un héroe de nivel uno y un ejército compuesto por aldeanos con horcas, supondrá un suicidio.

Todo un mundo de aventuras nos espera

Aunque en esta entrega, aun no se implementaría la gestión de ciudades, la manera de comandar nuestros ejércitos, es básicamente la misma que la de Heroes of Might and Magic. Eso si un poco más pedestre.

Para reclutar tropas es tan sencillo como acudir a cualquier ciudad o guarida que encontremos por el mapa. Según sea de un tipo u otra, encontraremos diferentes criaturas, que se unirán a nosotros, a cambio de unos honorarios semanales. Aquí es donde las recompensas y el botín que nos encontremos por el camino, son esenciales, pero también lo es saber qué tipo de criatura estamos reclutando. Cuanto más poderosas, mas oro reclamaran, a más de que  hacer combinaciones a lo loco, puede dar resultados totalmente desastrosos. Por ejemplo, llevar vampiros junto a hadas, al ser de alineamientos totalmente distintos, hará que baje su moral.

Por si fuera poco, las tropas no solo cobraran al ser reclutadas, lo harán cada semana. Si pasan varias semanas sin cobrar nos abandonaran, siendo necesario gestionar nuestros recursos, que son escasos.

Presentados los ejércitos, toca hablar de las batallas, el verdadero punto de unión entre King’s Bounty y Heroes of Might and Magic, pues básicamente, el sistema es idéntico. Al igual que el resto del juego, las contiendas se desarrollaran por turnos. Primero un ejército hará sus movimientos, luego el otro. Una particularidad que ya podemos ver en este juego, es que el número de tropas, será simbólico. En lugar de ver a treinta arqueros, veremos solo uno, actuando todos a la vez. Para identificar cuantas tropas conforman un pelotón, tendremos su número debajo. Cuantas más tropas tenga un pelotón, hará más daño al atacar y menos bajas sufrirá al ser atacada.

El sistema de batalla es reconocible por los fans

A su vez, el héroe no solo comandara las tropas, podrá realizar hechizos para balancear el combate a su favor. Según el tipo de héroe tendrá más facilidad para la magia, siendo más poderoso en este sentido, pero a su vez, tendrá menos liderazgo y las tropas harán menos daño al atacar.

Aquí es donde está toda la sustancia del juego. Las batallas son adictivas y se nota que fue donde New World Computing, puso todo el esfuerzo, sirviendo como base para su futura franquicia, pues lo que veríamos en el año 1995, básicamente es una evolución.  La única pega que se le puede poner, en este apartado, es que todo se controla por teclado. Algo lógico por otra parte, en 1990, el ratón no era un periférico tan estandarizado en los PC como lo es hoy en día. Mas, es fácil coger el truco y en pocos minutos, navegaremos por los menús más rápido que con un ratón incluso.

Esta particularidad, sí que se salvó en la versión de Amiga 500, que al llevar ratón de serie, se controla con el mismo. De hecho esta versión dispone de mejores gráficos y sonidos. La falta de música, es una pega tanto de la versión de Amiga como la de PC, Apple y Commodore 64. Banda sonora que si existe en la versión de Mega Drive, que cuenta con los gráficos de Amiga pero con la particularidad, que el juego es en tiempo real, excepto los combates. Para muchos esto es una lacra, pues al ser en tiempo real, las criaturas y los héroes del caos, se mueven por el escenario todo el rato, siendo más difícil esquivarlos o predecir sus movimientos. Mención aparte merecen las versiones para FM Towns y PC-98, con el mejor aspecto técnico, pero con textos en japonés.

Ponerse con King’s Bounty hoy en día puede ser difícil, aunque conserva parte de su encanto, pues todo lo que veamos fue superado por las distintas entregas de Heroes of Might and Magic, depurándolo y corrigiendo errores, aun así, hay que reconocer su mérito de ser la primera piedra de una saga que nos ha dado tantas horas y horas de diversión. Además de que no deja ser irónico, que desde que Heroes of Might and Magic paso manos de Ubisoft, perdió parte de su esencia, siendo el reboot de King’s Bounty en 2007, el encargado de recoger el testigo.

 

1 comentario

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  1. Mira que siempre me han llamado muchísimo la atención este tipo de juegos, lástima que siempre fui limitadito para saber jugarlos XD No sé si por falta de paciencia, de hablidad o de ambas cosas.

  1. 1reinforce

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